martes, 15 de enero de 2013

LA EXPEDICION DE LOS DIEZ MIL

La Anábasis o expedición del los diez mil es la historia de los diez mil mercenarios griegos que acompañan a Ciro el Joven en su guerra contra el gran Rey de los Persas Artajerjes II.
La obra inicia su relato al final de la primera guerra del Peloponeso, en la que Esparta vencedora se adueña de toda Grecia con la ayuda del oro persa. Habiendo cambiado de cara el plano político Ciro el Joven, un ambicioso príncipe persa planea arrebatarle el trono a su hermano Artajerjes II que le había dado a gobernar una satrapía en Asia menor (Turquía).
Para ello reúne un ejército de mercenarios griegos con el pretexto de una expedición a la Pisidia (región de hombres belicosos no sometidos a los persas) y fija como punto de reunión la ciudad de Sardes. Enterado de esto, Tisafernes, persa que es leal al gran Rey le pone al tanto y aconseja reúna un ejército lo antes posible.
El ejército de Ciro parte pues de Sardes pasando por las ciudades de Colosas, Celenas, Peltas, Ceramonagora, Caistropedio, Timbrio, Tirieo, Iconio, Licaonia atravezando territorio persa hasta llegar a la Cilicia. Aquí sucede un incidente, los griegos al ver que no se dirigen a la Pisidia sino hacia la Mesopotamia empiezan a sospechar e intentan forzar su regreso. Sus jefes (que por cierto son muchos) convencen a los subalternos que la retirada es imposible sin la ayuda de Ciro y persuaden a sus compatriotas que de lograrse la victoria contra el rey podrían atesorar grandes bienes.
La expedición continúa pues sin que los persas presentasen batalla, todo lo que describe Jenofonte en su Anábasis refleja  las realidades de la época mostrando ciertas costumbres de griegos y bárbaros, así como el nombre de las ciudades por las que pasaron.
También relata las discusiones entre los líderes griegos, así como el encumbramiento de Clearco Lacedemonio como líder de los mercenarios griegos.
Se muestra también el deseo del gran rey de atraer al ejército rival hacia terreno favorable para su caballería y sus carros de guerra, así que deja que el ejército de Ciro avance hasta cerca de Cunaxa, donde envalentonado les presenta batalla.
Aún considerando las exageraciones parece ser que ejercito persa era enorme pues relata que el ejercito de Ciro era desbordado por el ala izquierda del ejercito del gran Rey. Sin embargo esto no asustó a los griegos quienes después de cantar el pean formaron en falange y cuando llegaron a la distancia de un tiro de flecha vieron que los barbaros ponían pies en polvorosa. Lo que siguió fue una persecución pues esa ala se dio a la fuga y los griegos llevaron al más allá a cuantos pudieron.
Pero anecdóticamente, Ciro pensó que los griegos podían ser atacados por la retaguardia, rodeados y puestos en fuga, por eso cargó con sus jinetes contra la guardia del gran rey hiriéndole en el pecho. Pensaba que con la muerte de este se acabaría la batalla y ganaría la guerra, pero Ciro fue muerto en la contienda. Tras esto los persas que acompañaban a Ciro se desbandaron o se pasaron al bando del rey.
Los persas creyéndose victoriosos no tuvieron mejor idea que saquear el campamento griego y de hecho llegaron hasta allí siendo replegados por las fuerzas de los diez mil.
Si bien fue una derrota para los persas, matar a Ciro fue su salvación pues los griegos no llevaban caballería (La caballería de Ciro se dio a la fuga), por lo que mataron solo a los que estaban a su alcance. Pasaron dos días para que los griegos se enterasen de la muerte de Ciro: estos habían estado tan ocupados al momento de la batalla que supieron después de la muerte de este.
Recibieron después propuestas del gran rey de rendirse y los griegos enviaron como emisarios a todos sus generales que fueron muertos a traición. Pero lejos de desbandarse decidieron el regreso a la patria siendo Jenofonte de Atenas quien los impulso a eso.

Los persas les daban propuestas de paz y alternadamente los atacaban sin que los griegos pudiesen responder por no poseer ni arqueros ni caballería, mas estos consiguieron caballos de los persas caídos y fabricaron hondas para los Rodios (hombres de la isla de Rodas), después de esto se internarían en el territorio de los Carducos, que eran un pueblo que no estaba sometido al gran rey y que al parecer eran antepasados de los Kurdos. Los Carducos pensaron que eran soldados contratados por el rey y les atacaron por todo el camino siendo derrotados por los griegos en más de una vez. Esto ocurrió hasta que los griegos llegaron a la Armenia, que en aquel entonces era una satrapía persa gobernada por Orontes, después pasarían por las regiones de Armenia occidental, la región de los Taocos, de los Cálibes y Pasianos.
Después de atravesar estas regiones ocurrirá un hecho que pasará a la historia:
Al llegar a la costa los mercenarios griegos dirán la famosa frase “thalassa, thalassa” que en griego es el nombre del mar y que estos exclamaron entusiasmados sabiendo que por cualquier lugar del mar se podía llegar a Grecia, aunque era evidente que estaban lejos de su patria: es más estaban en las tierras de los Macrones, y después tuvieron que pasar la región de la Colquida (famosa por el vellocino de oro) hasta llegar a Trapezunte.
La expedición tuvo que pasar por Sinope y Heraclea. Debido a las discusiones fue que el ejército se divide en tres partes pero el peligro de ser atacados por los tracios asiáticos de  hace que Jenofonte vuelva a liderar la expedición la cual se embarca después de algunos inconvenientes en Crisópolis y desembarca en Bizancio.
Una vez en Bizancio ayudan a Seutes un jefe tracio a expandir sus dominios, la obra termina pues cuando los espartanos contratan a los que quedaban de los diez mil para hacer la guerra contra los Sátrapas persas Tisafernes y Farnabazo.
CURIOSIDADES HISTÓRICAS:
-          El ejercito de los Diez mil invadió el imperio Persa antes de que Alejandro lo conquiste, teniendo en sus filas hombres de toda Grecia.
-          Jenofonte fue militar, historiador y uno de los discípulos de Sócrates que vivió en el siglo de Pericles.
-          Después de esta invasión los persas empezaron a contratar masivamente mercenarios griegos, tal es así que uno de ellos Menon estuvo a cargo del ejercito que peleó del lado persa contra Alejandro Magno en la batalla del rio Gránico.
-          La expedición demostró a los griegos la vulnerabilidad de los persas y la superioridad militar griega, así como las riquezas de oriente.
-          A los pocos años de la historia, Esparta es atropellada por Tebas en la batalla de Leuctra.

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